Prácticamente desde sus inicios la especie humana ha querido conocer su destino tanto como sus orígenes y por esa razón ha creado mitos para explicarse ambos, de estos mitos y leyendas ancestrales de vez en cuando se derivan diferentes fechas para el final de los tiempos y es de eso de lo que hablaremos en esta ocasión.
A pesar de los múltiples ejemplos del fracaso que resultan ser las profecías del fin del mundo estas no han perdido popularidad e incluso se han vuelto más frecuentes con el tiempo, prueba de eso es que tan solo para estos últimos 20 años fueron propuestas las fechas: 9 de junio de 1994, 6 de septiembre de 1994, 1º de enero del 2000, 5 de mayo del 2000, 6 de junio del 2006, Agosto del 2007, 21 de mayo del 2011, 21 de octubre del 2011, entre otras.
Y finalmente la siguiente fecha de moda para el fin del mundo es el 21 de diciembre del 2012, pero a todo esto ¿Cómo es que surgen estas fechas apocalípticas?
Pues bien algunas tienen su origen en profecías, escrituras y restos antiguos ya sea que los sigan al pie de la letra o que los interpreten a su gusto, el problema con esto es que pueden interpretar equivocadamente confundiendo un simple fin de ciclo con un final definitivo (como ocurrió con los mayas que tienen un calendario cíclico), lo cual provoca malinterpretaciones a culturas que poco o nada tenían que ver con profecías apocalípticas originalmente.
Otros métodos pueden ser la astrología, la numerología y otros métodos de adivinación similares que si bien pueden tener interpretaciones tan diversas como los primeros y además también pueden coincidir con textos o profecías anteriores, lo que les da más credibilidad entre sus seguidores, permitiendo a los autores mayores ganancias.
Y finalmente están los que se inventan una fecha al azar, aunque suelen escoger fechas cercanas, de manera que a esta le puedan sacar alguna ganancia mediante la venta de libros y las donaciones, aunque generalmente estas ganancias son el principal motivo para el surgimiento de estas profecías, también puede influir el prestigio y la fama que estas le pueden dar a su creador, de manera que motivos para inventarse fechas apocalípticas no escasean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario